Vive rápido y muere joven: Sid Vicious

A 40 años de Sex Pistols, recordamos a Sid Vicious; su bajista. Sid es reconocido como la representación viva de la actitud punk, por su estilo de vida boderline o al límite

El músico desafió no sólo a su propia vida consumiendo grandes cantidades de alcohol y drogas, sino también a la sociedad, paseándose con remeras con esvásticas por zonas judías o con el símbolo comunista en plena guerra fría.

Este estilo de vida lo acompañó desde que nació el 10 de mayo de 1957, en Londres. Simon John Ritchie, conocido como Sid Vicious, fue hijo de Anne Beverley, una joven adicta a las drogas y perteneciente al movimiento hippie, y de John Ritchie, un granadero del ejército británico, quién los abandonó cuando Sid tenía apenas dos años.

Al poco tiempo, su madre decidió trasladarse con Sid a Ibiza, dónde se dedicó a la venta ilegal de drogas. Años más tarde volvieron a Londres, y antes de que Sid cumpliera diecisiete años, ya compartían el consumo de drogas intravenosas, que según amigos de Sid, Anne le enseñó cómo inyectárselas. Faltándole dos materias para terminar el secundario, Sid lo abandonó y junto a su compañero de clases, John Lydon –cantante de los Pistols- tomaron una casa y vivieron allí.

Sid y Nancy  

Sid era fan de la banda; iba a todos los recitales e impulsó el pogo como estilo de baile. En 1977, se incorporó como bajista. Poco tiempo después conoció a Nancy Spungen, una joven estadounidense que terminó siendo su pareja. Nancy también era adicta a la heroína, trabajó como stripper y prostituta. Fue hallada muerta por el desangrado de una puñalada en el hotel Chelsea de Nueva York, en octubre; fue siete meses antes de la muerte de Sid. Los detalles de su muerte son desconocidos, pero Sid la acompañaba en ese momento y fue arrestado inmediatamente.

El Sello Virgin Records pagó la fianza y planeaba reunir a los Sex Pistols –quienes se separaron tras no finalizar una gira por Estados Unidos– Así, querían recaudar fondos para la defensa de Sid.

Sus amigos hicieron una fiesta para celebrar su salida de la rehabilitación; hacía dos meses que estaba limpio de heroína. Según Michelle, su última novia, en aquella fiesta Sid le pidió eufórico que le inyectase heroína. Ella se negó. De todos modos, a la mañana siguiente encontró el cuerpo sin vida. Tiempo después se supo que había sido su madre quién le facilitó la dosis de heroína.

“Vive rápido y muere joven”, fue el lema que respetó, dejando su cuerpo de veintiún años.

Días más tarde, su madre encontró una nota de suicidio en el bolsillo de su campera que decía: Hicimos un pacto de muerte, yo tengo que cumplir mi parte del trato. Por favor, entiérrenme al lado de mi nena. Entiérrenme con mi chaqueta de piel, vaqueros y botas de motociclista. Adiós. Con amor, Sid.

Por Andrea Kain

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